Me llevo planteando desde años por qué todos no podemos ser iguales, aunque especialmente quiero enfocar está idea con la forma de tratar a las personas, ya que dependiendo de un aspecto físico, de una forma de ser, y depende de lo que posees te pueden llegar a tratar de diferentes formas.
Algo así me parece tan estúpido y tan injusto que no se puede comparar con nada más, porque creo que todos nos merecemos lo mismo dependiendo de cómo sea esa persona, el mismo respeto y las mismas condiciones de vida.
Pero lo que más me impresiona, que es el ámbito que más me conmueve, son las personas especiales ya sean niños como personas adultas, son aquellas que se merecen todo y más, aquellas que a pesar de todo están ahí al pie del cañón como si no hubiera un mañana, y muchas personas se atreven a juzgarlas o el simple hecho de discriminarlas. Es algo que me remueve el estómago.
Siguiendo con este tema, en el ámbito educativo, podemos observar que cada vez se va multiplicando más el número de niños especiales, ¿especiales? Sí, especiales por que hacen que nos sintamos especiales, hacen que se te remueva todo lo que llevas por dentro y aquello que no has llegado a descubrir lo descubres gracias a ellos, por ello son muy especiales. Aunque sigamos, en los centros podemos encontrar una gran diversidad y muchos de los docentes no se han dado cuenta que son especiales, eso hace que esos niños se sientan desplazados y llegar a problemas graves como el bullying, tema que se me ponen los pelos de punta y al que dedicaré un post especial para hablar un poquito de él, por ello deberíamos darle una lección a aquellos docentes para que abran los ojos y se fijen más en los que los necesitan de verdad, dedicarle más a los que lo necesitan y no tratarlos a todos por igual.
